¿La prosperidad es mala?
Quiero comenzar por donde se debe:
¿Qué es prosperar?
Mejorar, avanzar.
Tener aceptación o éxito.
Ocasionar prosperidad.
Tener o gozar prosperidad.
Dicho de una idea, de un proyecto, etc.: Cobrar fuerza, imponerse o triunfar.
¿Qué es prosperidad?
Bienestar, mejora de la situación económica o social.
Éxito o desarrollo favorable de alguna cosa.
Curso favorable de las cosas.
Buena suerte o éxito en lo que se emprende, sucede u ocurre.
Si eres cristiano seguramente habrás oído acerca de “La doctrina de la prosperidad” o “El evangelio de la prosperidad” y tienes tu punto de vista acerca del tema. No pretendo hacerte cambiar de opinión, solo quiero tocar ciertos puntos que me parecen claves con respecto a este tema tan debatido hoy en día.
1.- La prosperidad NO es mala. Hay tantos versículos en los cuales Dios nos dice que nos hará prosperar que me resulta imposible creer que sea malo prosperar. Yo creo lo que dice la Palabra de Dios, no lo que predican otras personas. El Salmo 1:1-3
“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, PROSPERARÁ" (énfasis mío),
El asunto es que cuando se habla de prosperidad las personas solo piensan en Dinero, y NO ES ASÍ. La prosperidad es un concepto muy amplio.
2.- Una cosa es prosperidad y otra el Amor al dinero. Creo que éste es el principal tema a considerar. Hay que saber la diferencia entre estas dos ideas para poder expresarnos y pensar de forma correcta. Una persona puede ser próspera sin amar el dinero y una persona puede amar el dinero sin ser próspera. Amar el dinero no es una opción para las personas que confiamos en Dios. El Apóstol Pablo en su primera carta a Timoteo nos dice (1 Timoteo 6:10)
“porque raíz de todos los males es el AMOR AL DINERO, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.”
El amor al dinero no trae nada bueno. Cuando una persona ama el dinero hará lo que sea por tener más dinero, incluso pecar. Pero ello no implica que ser próspero sea pecado.
3.- El dinero NO es malo. Si alguien piensa que el dinero es malo pues les pido que me den su email para que yo les pueda enviar mi cuenta bancaria y así poder ayudarlos a deshacerse de toda esa maldad (¡Ja!). El dinero no es malo, malo es que el dinero sea tu Señor. Ya lo dijo Jesús3.- El dinero NO es malo. Si alguien piensa que el dinero es malo pues les pido que me den su email para que yo les pueda enviar mi cuenta bancaria y así poder ayudarlos a deshacerse de toda esa maldad (¡Ja!). El dinero no es malo, malo es que el dinero sea tu Señor. Ya lo dijo Jesús en Lucas 16:13
Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
No podemos colocarnos bajo el señorío de Dios y bajo el señorío del dinero. Es imposible hacer eso. Sin embargo muchas personas que se colocan bajo el señorío de Dios, Dios les bendice de muchas formas, siendo una de ellas de forma financiera. El dinero es peligroso, de eso no hay duda; pero todo depende de los corazones. Si tu estas firme en Dios, puedes tener mucho dinero y no perderte.
4.- Dios nos ha prosperado, nos prospera y quiere prosperarnos. Esto es innegable. Negar esto es negar la bondad de Dios. Insisto: NO veas la prosperidad como ser millonario porque prosperidad es un concepto mucho, muchísimo más profundo que tener dinero. Prosperar es mejorar, avanzar. Esto lo logramos con la ayuda de Dios. Si has conocido a Dios, y tienes una relación con él desde hace algún tiempo, seguramente me podrás decir que eres una mejor persona que la de hace un año porque sencillamente Dios está contigo. Tú has prosperado, has avanzado, eres un mejor cristiano gracias al poder de Dios obrando en tu vida. El Apóstol Pablo en Filipenses 1:6 dice:
“estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;”
Hay una buena obra en nosotros que se está perfeccionando, está mejorando, está prosperando y acabará cuando Jesucristo vuelva. NO podemos negarlo. Dios nos está prosperando en este momento.
4.- Dios nos ha prosperado, nos prospera y quiere prosperarnos. Esto es innegable. Negar esto es negar la bondad de Dios. Insisto: NO veas la prosperidad como ser millonario porque prosperidad es un concepto mucho, muchísimo más profundo que tener dinero. Prosperar es mejorar, avanzar. Esto lo logramos con la ayuda de Dios. Si has conocido a Dios, y tienes una relación con él desde hace algún tiempo, seguramente me podrás decir que eres una mejor persona que la de hace un año porque sencillamente Dios está contigo. Tú has prosperado, has avanzado, eres un mejor cristiano gracias al poder de Dios obrando en tu vida. El Apóstol Pablo en Filipenses 1:6 dice:
“estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;”
Hay una buena obra en nosotros que se está perfeccionando, está mejorando, está prosperando y acabará cuando Jesucristo vuelva. NO podemos negarlo. Dios nos está prosperando en este momento.
5.- Prosperidad abarca todas las áreas de tu vida.
Tengo una amiga que le colocaba este versículo a sus contactos en facebook cuando cumplían años (y todavía lo hace). No la culpo, es un versículo tremendo: 3 Juan 2
Amado, yo deseo que tú SEAS PROSPERADO en todas las cosas, y que tengas salud, ASÍ COMO PROSPERA TU ALMA. (énfasis mío)
¿Qué les parece? Nuestra alma prospera. Por eso les digo que la prosperidad es más que tener dinero. Prosperar es que te vaya bien en las diversas facetas de la vida. ¿Por qué Dios querría que nos fuera mal? Nuestro cuerpo físico prospera cuando estamos sanos. Nuestra mente prospera cuando la llenamos de cosas buenas, especialmente de la Palabra de Dios. Nuestro corazón prospera cuando está sano, sin heridas, sin rencor, cuando está lleno del amor de Dios. Nuestra vida prospera cuando recibimos a Cristo, confesamos con la boca que Él es nuestro Señor, creemos en nuestro corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, aceptamos nuestra condición de pecadores, confesamos nuestros pecados y recibimos su perdón teniendo la total y absoluta seguridad de que somos salvos. Si ser salvo no es prosperar, entonces no sé qué es prosperar.
6.- NO deberíamos negar las bendiciones. Si obedeces a Dios de la forma que él quiere y en el momento que él quiere, te debe ir bien porque así lo dijo Dios. No hay que darle muchas vueltas al asunto. Obedece y te irá bien. Deuteronomio 28:1-14 nos narra explica las bendiciones que trae la obediencia. Sería muy tonto de nuestra parte rechazar las bendiciones de Dios porque “no creemos que la doctrina de la prosperidad sea correcta”. Muchas personas ponen objeciones a las bendiciones: “Dios no me daría un carro así no más” Estimados amigos les recuerdo algo: Dios nos dio a su Hijo. Creo que no hace falta decir mucho pero, si Dios dio a su Hijo Jesús para que muriera por nosotros ¿por qué no podría darnos una casa, o un carro, o un buen trabajo, o una familia bendecida, o éxito en nuestras carreras profesionales? Si Dios quiere hacerlo, ¿Por qué yo habría de decirle que no lo haga?
7.- La Iglesia no es lugar para predicar el amor al dinero. Si hay una congregación donde se predique que Dios quieres que todos seamos millonarios aquí en la tierra, o que se predique cualquier otra cosa que no esté acorde a la Palabra de Dios, entonces esa iglesia no estará obrando bien. Es asunto de los líderes de tal congregación rendirle cuentas a Dios, NO es asunto tuyo (a menos que seas líder de esa iglesia). Podemos ver en internet muchísimos artículos en contra de congregaciones y pastores “según” predican el mal llamado “evangelio de la prosperidad” y un sin número de usuarios de internet hablando pestes de estas iglesias y pastores. Pienso que no debería de ser así, ya que cada quién dará a Dios cuenta de lo que ha hecho. Muchos opinan sin estar completamente conscientes de lo que hacen en estas iglesias y hablan, hablan, y hablan mal. Recordemos que hablar mal es maldecir. Entiendo perfectamente lo que dice Judas acerca de “contender ardientemente por la fe” (Judas 3-16) pero creo que no hay que sacar las hogueras y mucho menos cazar las brujas en la red. Si vas a andar buscando a los falsos maestros y falsas doctrinas en todo el mundo tendrás un gran trabajo y seguramente descuidarás lo que si estás mandado a cuidar: la congregación donde tú asistes.
El que es egoísta arma líos, pero el que confía en el SEÑOR prosperará
Proverbios 28:25
Espero que esta nota no sea motivo de discordia, solo expreso lo que pienso y lo que he aprendido con la lectura de la Palabra de Dios.
Tenemos un Dios que prospera.
Prosperar no es únicamente materia financiera.
Recuerda:
- Sin fe es imposible agradar a Dios,
- Porque es necesario que el que se acerca a Dios, crea que le hay y que es galardonador de los que le buscan.
La mayor evidencia de que Dios quiere prosperarnos es nuestra salvación.
Porque si el éxito no consiste en ir al cielo y estar en la presencia de Dios adorándole, entonces no sé qué es el éxito y tampoco lo quiero.
ANALISIS Y CRITICA
http://es.wikipedia.org/wiki/Teolog%C3%ADa_de_la_prosperidad
La Teología de la prosperidad,
también conocida como Evangelio de la prosperidad, es un
conjunto no sistematizado de doctrinas
de ciertos grupos religiosos que enseñan que la prosperidad
económica y el éxito en los negocios son una "evidencia
externa" del favor de Dios. También es conocida como «Palabra
de Fe» o «Confiésalo y recíbelo».
Es una enseñanza común entre muchos
telepredicadores
y también entre algunas iglesias pentecostales
y neopentecostales
(incluso entre predicadores evangélicos
y carismáticos),
la cual establece que Dios quiere que los cristianos sean exitosos en
«todos sus caminos», especialmente en el área de las finanzas.
Los defensores de esta doctrina
aseguran que su propósito de fondo es la financiación de
predicadores alrededor del mundo (evangelización),
basada en versículos de la Biblia,
como Deuteronomio 8:18 que dice: Antes acuérdate de Jehová tu
Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de
confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día. o
Mateo 7:20 Por sus frutos los conoceréis (Biblia Reina-Valera
1602).
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